Este documental nos muestra los diferentes modelos de atención al parto existentes en tres países europeos: Gran Bretaña, Holanda y España, en donde en los dos primeros centran la atención en la experiencia única que vive la mujer durante el parto, a diferencia de la tendencia española, la llamada "medicalización de la gestación y el parto" que conlleva, no solo a la utilización, muchas veces, de medios invasivos innecesarios, si no a la pérdida del verdadero protagonista, que es la mujer.
Hay que tener en cuenta que este documental fue rodado en 2006 por lo que datos sobre tasas, procedimientos rutinarios españoles han cambiado favorablemente.
En Gran Bretaña donde hace 27 años tenían unos protocolos de atención al parto iguales a los actuales españoles, los han abandonado para dar lugar a la introducción de las casas de parto anexas a los hospitales. En ellas la pareja dispone de un ambiente íntimo con los medios necesarios para permitir la libertad de la mujer en la adopción de posiciones que favorezcan su confort tanto en el período de dilatación como en el parto (bañera, silla, pelota, dar a luz de cuclillas....)y estando acompañados en todo momento por una matrona, no considerándose necesaria la figura del obstetra. La sanidad pública también cubre el parto en casa en función de la cartelera de cada hospital en particular.
En Holanda el 40% de los partos son en casa, siendo atendidos por matronas, y sólo en los que exista algún riesgo se realizarán en el hospital. Bastante diferente que aquí, no?? Allí si no hay indicación de dar a luz en el hospital y quieres, lo pagas.
En parte del documental que se centra en España nos narran la historia de cuatro mujeres:
-Naira, rotura uterina debido a la realización de la maniobra de kristeller.
-Mariluz, inducción con oxitocina que termina en cesárea.
-Rosa, una chica con plan de parto que no se pudo respetar nada ya que por gestación avanzada y oligoamnios se le tuvo que inducir el parto y también acabó en cesárea.
-Rebeca, fórceps para lo que se le realiza episiotomía con secuela de dispareunia.
En mi opinión faltaba alguna historia que saliera bien.
En el medio hospitalario español se tiende a una pérdida de autonomía del usuario, ya una no puede moverse libremente, ni ir al baño, ni comer, ni beber, ya no está segura de nada, y en donde personal sanitario (en ocasiones muchos) pasan a hablar de ella pero no con ella, o si lo hacen a veces de forma que no llega a comprender, a tomar decisiones sobre su proceso pero sin hacerla partícipe. Todo esto conlleva a la pérdida del control de la mujer sobre su proceso.
Actualmente hay aspectos que ya se han mejorado como es la no utilización de oxitocina de forma sistemática, la realización de episiotomía selectiva y dependiendo de los hospitales, bañeras para la dilatación y otras posturas, no solo estar en el potro para el nacimiento, pero nos queda un muy largo trabajo. Lo que tenemos que tener claro es que hay que devolverle el protagonismo a la mujer, respetando sus deseos, aconsejándola, orientándola, guiándola, dando opciones, soluciones para que en todo el proceso se sienta que es ella y solo ella la que lleva las riendas de su parto. Y somos nosotras, las matronas, las que debemos apoyar e impulsar el cambio, afianzando nuestra profesión, no estancándonos en la rutina.
Un saludo a todos y hasta la siguiente entrada:
Mónica Guardado Calvo
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