Ya está aquí. Ese ser tan
pequeñito que ya lo querías desde que supiste que estaba en ti, ahora te ha enamorado profundamente. Y claro,
ahora, al igual que con el tema de la lactancia, habrá mil y una opiniones
acerca de como debes criarlo.
Con este post no pretendo
influirte en la manera de criarlo, pues eres tú, la que mejor sabrá hacerlo,
simplemente pretendo ampliar un poco más tu conocimiento para que puedas
discutirle a quien te critique por tu manera de criar a tu hijo y que así te dejen
en paz con el mismo comentario una y otra vez si decides hacerlo con cariño y
apego.
Hay dos claras variantes de la
crianza, por un lado está el conocido método Estivill, que es prácticamente una
copia del método Ferber, pero traducido al español, donde paulatinamente
enseñas a tu hijo a dormir solo. Se basa en que, aunque el bebé llore, tienes
que dejarlo llorar, pero haciéndole saber que estás ahí, cada vez espaciando
más tus allegamientos a él, hasta que se duerme. Este método también es muy
conocido aquí en España, porque es el utilizado por la psicóloga Rocío Ramos en
el programa de la supernanny. Pero también tengo que decir, que el Dr. Estivill se retractó de su método en 2012, diciendo que no era aplicable en niños menores de 3 años, cuando ya se recomendaba a partir de los 6 meses. El Dr. Ferber ya lo hizo con antelación, en 2006. Hay estudios que demostraron que el llanto desesperado de un niño producido por este método, aumentaba los niveles de cortisol, llamada hormona del estrés, asociada con la depresión y la agresión.
Por otro lado tenemos al pediatra Carlos González, que
aboga por la crianza con apego, término acuñado por el pediatra americano
William Sears, basada en la teoría del apego del psiquiatra y psicoanalista
John Bolwby Según la teoría del
apego, un fuerte enlace emocional con los padres durante la infancia, también
conocido como apego seguro, es precursor del desarrollo de una personalidad
segura e independiente, un buen comportamiento, independencia, y relaciones
buenas y sanas. Este tipo de crianza tendrá efectos positivos durante toda la
niñez, adolescencia y edad adulta. Fomenta la crianza y la educación del bebé
y/o del niño de una manera respetuosa con este, sin que signifique no tener
límites, simplemente entendiendo cada etapa de su vida y actuando de manera
respetuosa. Por ejemplo, un bebé llora, no solo porque tenga hambre, sueño,
esté incómodo por los gases..., sino también porque demanda contacto. Después
de estar 9 meses dentro de su madre, ¿no sería normal que llorase si se siente
solo?¿ A los adultos a caso, nos gusta estar solos la mayoría del tiempo? Los
niños reclaman a sus madres(padres o persona que lo cría), las reclaman porque
saben que en ellas tienen alimento (le dean el pecho o el biberón) son ellas,
quien les sacian el hambre o la sed, quien los limpia cuando están sucios,
quien les da calor cuando tienen frío. Los bebés lloran y necesitan llorar para
que les hagan caso, para satisfacer sus necesidades, y lo más normal sería que
se las satisficiésemos ya sea hambre, sed, frío o simple necesidad de
contacto. Somos seres sociales y lo somos desde el
nacimiento.
Los bebés
no saben manipular, no tienen conciencia de lo que es bueno o malo, simplemente
son bebés.
Antes no tenían estos problemas, de si "es que lo coges mucho",
"le haces mucho caso", "no lo dejas llorar nada"... porque
el modo de vida que había era el de llevarte tu hijo contigo todo el día, y él
te tenía a ti el mismo tiempo. Aún hoy en día lo hacen en las tribus indígenas
mediante el que conocemos hoy por el porteo, que parece que lo inventó nuestra
sociedad, pero en verdad solo lo hemos puesto de moda en la nuestra. Las inconvenientes
del porteo te va a sobrar gente que te los diga con los típico comentarios. Los
beneficios: puedes hacer todo lo que quieras mientras tienes a tu hijo contigo,
ir a la compra, arreglar la casa, de paseo...también si le das lactancia es lo
más cómodo, solo con mover al bebé ligeramente de posición ya puede comer en
cualquier sitio o circunstancia de una manera además bastante discreta para las
más pudorosas, favoreciendo a la vez el estímulo de la lactancia. Estimula el
desarrollo psicomotor del niño, y ayuda a la regulación de la temperatura
corporal por medio de la madre e incluso favorece la prevención del cólico del
lactante puesto que se mueven con los movimientos de la madre, ayudando también
a la digestión. Como veis hay múltiples beneficios del porteo, que
también ayuda a aquellas madres que optan por la crianza con apego.
Al igual que el tema del porteo,
lo es también el del colecho : dormir juntos. Hasta la sociedad moderna dónde
empezamos a separar a nuestros hijos en habitaciones diferentes, lo normal era
dormir con los padres. Todos los defensores del colecho recomiendan que se
evite en caso de gran obesidad, toma de sustancias tóxicas como el alcohol o
grandes fumadores y en caso de cansancio extremo, por el aumento de riesgo de aplastar a sus bebés. También se
recomienda que los primeros meses el bebé duerma del lado de la madre, pues
ésta tiene una conexión especial con el bebé que el padre aún tardará un poco
en desarrollar. Pero fuera de eso, no existe ningún inconveniente, y sí muchos
beneficios: le proporcionas calor y
seguridad, incluso si su temperatura aumenta, la tuya baja para contrarrestarlo
y viceversa, estimula la lactancia, de tal modo que los niños que duermen con
sus madres realizan más tomas que los que duermen en habitaciones separadas
(casi el doble y durante casi 3 veces más tiempo), lo que hace que tengan un
ritmo de sueño diferente a los otros niños, siendo su fase de sueño profunda
menor, siendo el riesgo de muerte súbita menor, pues se supone que ocurres en
esta fase del sueño. De hecho, si los colocas en una cuna pegada a tu cama,
verás que con los pasos de los meses será el quién reptará hacia ti para mamar.
Y los beneficios de descanso están claros, no tener que levantarse cada vez que
llora o se queja, incluso hay mujeres que no recuerdan cuántas veces se
despertaron durante la noche, porque vuelven inmediatamente a quedarse
dormidas.
Y para terminar os recomiendo
esta fantástica charla de Carlos González, aunque es larga, vale la pena verla. Habla del colecho, la lactancia, el cólico del lactante (muestra un
estudio realizado sobre él), nos habla de por qué es normal que un niño de dos
años no quiera caminar... en fin mil y un temas de provecho para cualquier
madre o persona! Disfrutarla.
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