El puerperio es una etapa de cambio personal y de pareja, en la que aparecen nuevos sentimientos, nuevos roles sociales con la llegada de un nuevo miembro la unidad familiar. Cuando nos referimos a la mujer, a la pareja o a la nueva familia en su totalidad si vemos que se produce un cambio a nivel tanto físico, como psíquico y social, sin embargo cuando se aborda el tema de la sexualidad lo acotamos sólo a la esfera física y seguimos acotándolo más al reducirlo sólo a las relaciones coitales, enfrascándonos en el tiempo que debe transcurrir hasta su reinicio y la anticoncepción en este período. Esto se puede deber a un condicionamiento cultural, en el que la sexualidad se enfoca desde una visión biológica y una mentalidad coitofílica, asociando las relaciones sexuales con las relaciones coitales únicamente.
Entonces para abordar la sexualidad en el puerperio, abordaremos los cambios que se producen en esta etapa en la esfera física, psicoemocional y social y algunos consejos relacionados con cada cambio.
Cambios físicos
• Cambios corporales en general: pérdidas sanguíneas (loquios), hemorroides, dolor sacrolumbar, varices
vulvares...Esto puede provocar que la mujer esté cansada y molesta y se puede animar a la pareja a aumentar el tiempo de descanso de la madre haciendose cargo del bebé y de las visitas
• Cambios hormonales:
– La disminución de estrógenos es uno de los factores que influyen en la tristeza puerperal, también es
responsable del adelgazamiento de las paredes vaginales y de la disminución de lubricación genital. Por ello al reanudar las relaciones coitales es conveniente utilizar lubricante pero también es importante hacer incapié en que las relaciones coitales son una técnica más de las relaciones de pareja y que se reanudarán cuando ambos estén preparados. Mientras tanto pueden ser más placenteras otras técnicas sexuales como caricias, masajes, auto o heteromasturbación, relaciones bucogenitales, anales...
– El aumento de prolactina está directamente relacionado con la disminución de testosterona,
responsable del deseo sexual. Esto se puede compensar con encuentros de tipo afectivo, aumentando el acercamiento corporal aunque no haya deseo, siendo un modelo de comunicación afectiva que los hijos aprenden.
– El incremento de oxitocina que se produce lactando al bebé proporciona excitación sexual, sensación que
puede desconcertar a la mujer y crearle sentimientos de culpa. Del 33 al 50% de las mujeres siente exitación sexual al amamantar, alcanzando algunas de ellas el orgasmo. Por ello se debe fomentar la receptividad de la madre ante estos sentimientos para que lo viva como una forma de comunicación positiva junto con otros muchos momentos de contacto con la piel de su hijo, como las caricias, los abrazos. por otro lado también se debe informar a la mujer que durante los orgasmos se puede haber secrección látea.
• Cambios en los genitales, sobre todo tras un parto vaginal con episiotomía, suelen crear miedo al dolor ante la reanudación de las relaciones coitales. El suelo pélvico sufre disminución del tono muscular. Aconsejar la realización de Kegel e abdominales hipopresivos para fortalecer la musculatura pélvica. En este punto también puede ser interesante aconsejar el reconocimiento genital por parte de ambos miembros de la pareja, el reconocimiento tanto visual como táctil para disminuir la angustia al observar que los genitales van adquiriendo su aspecto habitual.
• Las mamas durante la lactancia pueden perder su contenido erótico para uno o ambos miembros de la
pareja y asociarlas al «envase» del alimento del bebé; estos pensamientos pueden angustiar al creer que
pierden definitivamente su erotismo.
Cambios psicoemocionales
• Tristeza puerperal. En el puerperio se remueven una serie de emociones importantes; los sentimientos
ambivalentes de tristeza-alegría pueden ser desconcertantes. La madre puede sentirse «mala
madre» porque no está siempre contenta. El hecho de que la pareja conozca estos cambios en los sentimientos, puede resultar tranquilizados además debemos de romper con el mito de la maternidad/paternidad como situación idilica, llena de felicidad y execta de sentimientos negativos. Una buena comunicación entre la pareja, en la que se compartan inseguiridades, temores, dudas...puede atenuar la tristeza puerperal y estructurar el rol paterno.
• Inseguridad materna producida por la responsabilidad del cuidado de su hijo. El recién nacido depende casi exclusivamente de sus cuidados, de la lactancia y, aunque se trate de su hijo, le resulta un desconocido al que tiene que adaptarse y empezar a conocer. Necesita compartir la responsabilidad de la maternidad y sentir la implicación del varón en la tarea cuidadora y educativa del bebé. Su pareja puede sentir lo mismo.
• Pensamiento único centrado en el bienestar del bebé.
• Modificaciones en la relaciones afectivas entre la pareja. Aparecen deseos y necesidades que hasta ese
momento no se habían previsto. Las necesidades de afecto son diferentes; se requieren más demostraciones
de cariño que afiancen la seguridad en la relación de pareja. Ambos desean compartir un espacio íntimo
y exclusivo de ellos, incluso sin el bebé. Por ello se debe concienciar a la pareja de la importantcia que crear un espacio propio e íntimo para dedicarselo a ellos mismos en la que pueden seguir cultivando una relacion complicidad.
• Modificaciones del esquema corporal de la mujer (valoración). Apenas queda tiempo para el autocuidado,
lo que reduce su autoestima. Se siente poco atractiva, teme no volver a ser deseada...; todo ello le ocasiona un estado de malestar. Se debe informar a la pareja que el cuerpo va a recuperar su aspecto pregestacional en unas semanas o meses.Animar a la mujer a decicar un tiempo a su acutocuidado, aunque sea mínimo, para que vuelva a sentirse atractiva.
• El miedo a la reanudación de las relaciones coitales y con ellas a una nueva gestación crea bastante ansiedad en la pareja. Este es el punto mítica y en muchas ocasiones únicamente tratado. Tradicionalmente se hablaba de la cuarentena (8 semanas) como el tiempo de tenía que transcurrir para la reanudación de las relaciones coitales, pero este tiempo no es rígido y tiene que ser marcado única y exclusivamente por la pareja y tiene que ser exactamente el tiempo en el que ambos estén preparados. Con respecto a la anticopcención debe ser en todo momento individualizada.En el siguiente enlace se exponen los diferentes métodos anticonceptivos que se pueden usar durante este período: http://www.icmer.org/documentos/lactancia/anticoncepcion_en_periodo_postparto_28-04-2011.pdf
Cambios sociales
• Adaptación al nuevo rol materno/paterno, lo que condiciona un cambio total de vida.
• La llegada del bebé es un acontecimiento social positivo en el que participan muchas personas cercanas a la pareja , las cuales aportan información la cual no siempre es ni apropiada ni acertado, llegando a desbordarlos por las múltiples visitas y llamadas. Es necesario que intenten comunicar a sus allegados la necesidad de la intimidad y el descanso en estos momentos de cambio.
• Cambios en la situación familiar nuclear por la llegada de un nuevo miembro. Surgen obligaciones y
responsabilidades de las que no se tenía consciencia antes de la llegada del bebé. Se hace necesario
establecer roles flexibles en cuanto a la asunción de tareas tanto domésticas, sociales, como de cuidados.
Debido a que no sólo somos seres físicos, no tratemos la sexualidad con simpleza, ya que en ella intervienen mucho más que unos genitales. Un saludo:
Mónica Guardado Calvo
-http://www.formacion-integral.com.ar/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=18
-http://www.federacion-matronas.org/revista/matronas-profesion/sumarios/i/7618/173/sexualidad-en-el-puerperio
-http://www.bebesymas.com/postparto/la-sexualidad-en-el-postparto
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